Sistemas pig / torpedo

En GRAU diseñamos, fabricamos e instalamos sistemas PIG o TORPEDOS de distinto tamaño desde ½” hasta 5” para la recuperación completa del producto remanente en una línea después de procesos de trasiego.

El Torpedo es un elemento cilíndrico, de un único cuerpo liso, que alberga dos juntas de material elastómero para realizar un barrido superficial de la pared de la tubería. Tanto el torpedo, como sus juntas son construidos en materiales no degradables e inertes con respecto al producto transferido.

Los Torpedos son flexibles, bidireccionales y reutilizables. Pueden ser construidos en distintos materiales, como Uretano, Polietileno, Buna N, Viton y EPDM, Neoptrene, etc.

Los Torpedos están especialmente diseñados para ser empleados en la industria farmacéutica, cosmética, o alimentaria principalmente, con certificación específica.

El sistema PIG está compuesto por una estación de envío, otra de recepción, el torpedo y dos detectores de posición (uno para cada estación).

En su operación, el torpedo se sitúa en la posición de envío y mediante aire comprimido, nitrógeno o agua se manda hacia la estación receptora. A medida que se desplaza, empuja el producto que hay en la tubería para su aprovechamiento.

Su funcionamiento puede ser automático o manual. En el caso de elegir la opción automática, también es conveniente instalar detectores en la línea para poder comprobar la posición exacta del torpedo durante su envío.

Una vez el torpedo ha llegado a la estación receptora, se puede limpiar toda la instalación mediante CIP. Acabada esta fase, el torpedo se retorna a la estación de envío y la instalación queda lista para otra producción.

La realización del sistema de “pigging “redunda en un aumento de la productividad al evitarse las pérdidas por contaminación o por desechos no utilizables, así como permite reducir el consumo de detergentes.

Entre las principales ventajas que podemos mencionar destacan:

– Reducción de los tiempos de limpieza de las líneas

– Reducción de la contaminación

– Reducción en el consumo de productos químicos utilizados en el proceso de limpieza

– Reducción de la pérdida de producto

– Reducción de la necesidad de contar con múltiples líneas para productos específicos

– Reducción de los costes para ensayos y pruebas de laboratorio

– Reducción del volumen de efluentes a mandar a depuradora, con el consecuente ahorro de energía y agua

Se aplica principalmente en procesos donde se dé la presencia de productos viscosos, como por ejemplo en la industria alimentaria ocurre con chocolate, mermelada, crema pastelera; o en la industria cosmética con geles, cremas u otros productos de alto valor añadido.